
Esta mañana ha sido diferente, hoy he tenido la oportunidad de conocer através de la televisión un proyecto muy humanitario, el cual quiero compartir.
Mi esposo llego hoy a la casa y me vio sentada en el sofá con nuestro pequeño en una rodilla, y amamantando a nuestro bebe del otro lado.
Por una mejor familia, ayudarnos a elegir buenos amig@s.
La fe que uno tiene en lo que dice otra persona no se fundamenta tanto en la evidencia de lo que afirma como en la confianza que nos inspira esa persona. Por este motivo podemos tener dudas acerca de informaciones que nos llegan y que no parecen en sí descabelladas -por ejemplo, cuando otro compañero del trabajo anuncia una subida de sueldo superior a la esperada o unas vacaciones más prolongadas-; mientras que no dudamos de lo que dice alguien digno de nuestra confianza, aunque haga afirmaciones casi increíbles (como la madre que nos dice que ha visto por la calle paseando a quien considerábamos postrado en silla de ruedas para el resto de su vida). El amor a otra persona hace que crezca la confianza en ella. Más aún: permite que quitemos importancia a los pequeños errores que comete. Y en el caso de descubrir grandes errores, ese amor -que no ingenuidad- sabe disculparlos con excusas que salvan la intención con que actuó o al menos recuerdan sus aciertos anteriores.
En el noviazgo suele darse un primer enamoramiento bastante superficial. Sólo conforme pasa el tiempo va tomando cuerpo un amor más personal: siguen vivos los afectos sensibles, pero bajo esos rasgos físicos y de carácter que nos atraen, descubrimos a otra persona con la que empezamos a plantearnos compartir el resto de nuestra vida.
Cuando un hombre y una mujer deciden casarse (sellar ante testigos cualificados un compromiso con carta de naturaleza que los vincule de por vida), cada uno conoce que puede cruzarse en su vida otra persona cuyas características le “deslumbren”. Sin embargo, sabe también que la “esencia” de su amor no son los sentimientos -aunque sean buenos y convenientes para un amor verdaderamente humano- sino la voluntaria entrega personal.
Si estas ideas se difuminan y el matrimonio permite que su relación no llegue más allá del sentimiento, corre el riesgo de derrumbarse cuando dicho sentimiento se enfría o cuando en la vida de uno de los cónyuges se cruza otra persona que despierta un nuevo enamoramiento (sentimental).
Es entonces cuando se plantean dudas donde sólo debería haber dificultades. Y se interpretan los pequeños roces normales de la convivencia como desprecios y muestras de desamor. Y se pregunta uno si no habrá sido un error casarse. E incluso -en un alarde de “falsa humildad”- llega a considerarse incapaz de adoptar un compromiso “de por vida” con otra persona, porque comprueba que sus sentimientos son volubles (y piensa que el amor humano se reduce a sentimientos).
Y nos asalta un pensamiento melancólico que va tomando cuerpo día a día: ¡Cuánto nos queríamos al principio!...
El noviazgo (necesario) tiene un sentidoCuando un chico y una chica se enamoran y se eclaran mutuamente su amor se establece entre ambos una relación de noviazgo.
Como hemos dicho antes, al comienzo de esa relación prima el sentimiento: el aspecto físico, el modo de ser, el tono de voz, la mirada… Todo lo que vemos en el otro hace que nuestro pensamiento gire en torno a esa persona que… ¡con su sola presencia nos produce hasta escalofríos y nerviosismo!
El trato hace que ese sentimiento -sin llegar a desaparecer nunca- dé paso a un amor más profundo, que descubre detrás de esa mujer o de ese hombre a una persona: nos atrae, ¡sí!, pero -como persona- tiene su propia historia (de la que es protagonista) y deseamos que se entrelace con la nuestra (de la que somos nosotros los protagonistas)... para interpretar juntos una “película” con un “actor” y una “actriz” principales (dos protagonistas: ¡nosotros dos!)
Como el noviazgo no es todavía un compromiso definitivo, se puede dar marcha atrás en la relación. Pero como sí se orienta a un compromiso definitivo, tampoco se trata de una relación trivial: en la vida de los novios se cruzarán otras personas que les parezcan atractivas y que, sin embargo, no serán obstáculos para seguir adelante con esa relación de mutuo conocimiento. Porque en el noviazgo no sólo se da una atracción (sentimiento) entre los novios, sino que se reconoce también una declaración de amor personal (acto libre).
Por esta razón hay que orientar el noviazgo hacia el conocimiento personal de quienes se encuentran enamorados. Las manifestaciones de afecto han de existir (manifestaciones propias de la entrega en el noviazgo y no manifestaciones de amor matrimonial). Pero si el noviazgo se reduce a esas manifestaciones afectivas (aunque sean apropiadas), puede ser el preámbulo de un fracaso matrimonial, por no favorecer el conocimiento entre los novios.
Nos hemos casado.(la pregunta del millon) Y ahora… ¿qué?
La libertad humana es tan grande que un hombre y una mujer pueden comprometerse de por vida el uno con el otro en una entrega de amor personal (con cuerpo y alma): eso es el matrimonio.
Sin embargo, no basta con esa decisión. Hay que alimentar el fuego del amor con pequeñas ramas que, día tras día, mantengan viva la hoguera. Y el primer peligro que nos encontramos es -como en cualquier relación personal prolongada- la rutina.
La falta de comunicación entre los cónyuges desarrolla un ambiente frío. Y se da entonces la siguiente paradoja: el hogar es el lugar en el que cualquier persona se refugia para descansar de la tensión acumulada dentro del trabajo y en la calle; sin embargo… es tan dura la sensación de frío que en él encuentran los cónyuges cuando llegan a esa situación que -casi inconscientemente- empiezan a retrasar la vuelta del trabajo o a buscar la compañía de otros amigos antes de ir a casa (como un “placebo” para paliar la falta de afecto que les espera en su hogar).
Es una situación anormal. El matrimonio está “enfermo” (y tiene subidas y bajadas de “fiebre”). Entonces, sin solución de continuidad, se pasa de la “indiferencia” en el trato al “encendimiento explosivo” contra el otro.
El motivo de esos encendimientos puede ser insignificante: un retraso, el descuido de un pequeño encargo que nos han dado, la falta de atención a los detalles en la vida del otro (un aniversario que pasa “sin pena ni gloria” -con una celebración rutinaria-, un “no caer en la cuenta” de algún aspecto en el modo de vestir), etc.
Sabemos que un alfilerazo provoca que un balón de fútbol se desinfle, pero éste puede ser reparado antes de perder todo el aire. Sin embargo, si el alfilerazo se aplica a un globo hinchado (con paredes evidentemente más delgadas que el balón), el globo revienta.
De igual forma, el matrimonio “tenso” por la incomunicación (débil, como las paredes del globo hinchado) “explota” ante el alfilerazo de una pequeña contradicción. Se hacen presentes los recuerdos de agravios que cada uno iba anotando desde tiempo atrás en el interior de su alma (anotados en uno de esos rincones oscuros -sin airear- que se han ido formando en el alma por la falta de comunicación). Y afloran esos agravios en un “diálogo” que es monólogo porque ninguno busca escuchar al otro sino sólo “restregarle” tantas heridas que aún permanecen abiertas…
¡Alarma! ¡Arden las palabras!
Todos -por ser personas humanas- tenemos pasiones. Y éstas no son buenas ni malas. Sólo llegarán a serlo según la orientación libre que les demos. Cuando l
a pasión nos domina, en cualquier caso, el resultado de lo que hacemos es siempre negativo (tanto si se trata de una pasión “positiva” como la alegría -que degenera en euforia- como si es “negativa” -caso de la tristeza que lleva a la desesperanza-).
Si el rencor acumulado hasta que estalla la discusión enciende la ira, la lengua se suelta y ambos cónyuges se dicen cosas que jamás afirmarían en una situación de serenidad.
Al descubrir esto, cualquiera de ellos que lo haga debe “rehuir el envite” y evitar la confrontación. Aunque sea ausentándose físicamente por unos momentos (quizá horas), retirándose a otra habitación. Y debe hacerlo porque cualquier frase pronunciada en esas circunstancias de iracundia resultará hiriente, mordaz, irónica… y destrozará más aún la poca “vida” que le queda a un amor conyugal “enfermo” que en esos momentos se encuentra en la “UVI”.
Habitualmente, ambos reconocen que en algo han fallado (aunque piensen que la mayor parte de la culpa la tiene el otro: “que no me comprende” o “que no corresponde como debe a tanto sacrificio como hago por él/ella”). Por eso, a esas situaciones de máxima tensión suelen seguir periodos de silencio sólo interrumpidos por frases cortas (no hirientes, pero sí secas: que hacen también daño porque manifiestan una aparente frialdad a pesar de lo ocurrido). Y todo a la espera de que “el otro se dé cuenta” por fin de su error y pida perdón…
Ha pasado la “tormenta” pero no el peligro de hundimiento. El paso del tiempo no cura nada en estos casos. Lo más que puede es permitir que la “herida” cierre en falso (“herida” que sigue infectada y que -al crecer la infección- sigue produciendo molestias y dolor… ¡hasta abrirse de nuevo con cualquier roce!)
Volverá una nueva “tormenta” (quizá más fuerte y de peores consecuencias que la anterior) cuando llegue el momento oportuno. Si no se pone remedio…
Lucha en positivo: -"¡Te quiero!" (díselo…)
Hay que aprovechar el periodo de silencio (posterior a la “tormenta”) para tomar decisiones positivas. Cuando se ha apagado el acaloramiento de la discusión y el encendimiento interior (es decir, el apasionamiento contra el otro) podemos volver a hablar:
¿Cuánto tiempo hace que no has dicho a tu mujer que la quieres? ¿Cuánto llevas sin decir a tu marido que desearías “comértelo a besos”, que no existe en el mundo ningún hombre como él?...
«¡Amor mío, te quiero mucho! Perdóname todo lo que te dije en esa discusión. Soy un tonto. Estaba “encendido” y no me daba cuenta de lo que decía. Te quiero con toda mi alma. Eres la mujer de mi vida y te necesito. Pero soy como un niño chico: necesito que me perdones, que me comprendas y que me ayudes. ¡Te quiero tanto!... Querría volver a enamorarte como cuando éramos novios. Pero ya no somos novios: nos hemos entregado libremente de por vida. Por eso no puedo imaginar mi vida al margen de ti.
»Soy débil. Pero el orgullo me ha llevado a esconder esa “debilidad” y a mostrarme autosuficiente. Quiero pedirte que hablemos más. Deseo que conozcas siempre cuáles son mis sentimientos. Quiero manifestarte el amor que te tengo. Si alguna vez no lo hago… piensa que es por orgullo, que es el niño tonto y caprichoso que llevo dentro quien actúa, y no yo. Porque yo -recuerda en los momentos difíciles lo que estoy diciéndote ahora- te amo con toda la capacidad de amar a una mujer que Dios mismo ha puesto en mi corazón.»
(Puede ser éste un modelo de diálogo. Ninguna mujer enamorada permanecerá insensible ante esa declaración humilde y sincera. Tampoco ningún hombre, si la mujer manifiesta sentimientos semejantes).
El amor no vive “del aire”. Los amigos que no se ven, que no muestran con hechos -o al menos con palabras- su amistad, saben que ésta acabará desapareciendo. Por eso procuran salvar las distancias si se encuentran lejos: mediante el teléfono o escribiéndose (como aquél que, de forma -eso sí- un tanto cursi, tranquilizaba al amigo a quien no veía desde años atrás, escribiéndole: «No te preocupes: la amistad que nos une es más grande que la distancia que nos separa»). Y cuando están cerca necesitan manifestarse de alguna forma (quedando y hablando) el afecto propio de la amistad.
En el amor entre un hombre y una mujer (el enamoramiento o el eros) sucede algo parecido, pues al fin y al cabo es otro tipo de amor humano. Por eso, en el matrimonio, cada cónyuge -aunque convivan bajo el mismo techo y duerman en el mismo lecho- necesita también decir “te quiero” y escuchar “te quiero”. Y no es excusa pensar: “¡ya lo sabe!”, porque para avivar el amor no basta con saber que es así: hay que percibir, sentir, escuchar que es así. Esta es la lucha positiva que salvará el amor (y aun lo acrecentará) en momentos de crisis: las muestras frecuentes de cariño.
Y cuando resulte costoso mostrar el afecto -porque la relación atraviesa un momento difícil-, debo recordar que esa mujer (o ese hombre) no es sólo una persona que me atrae: sino alguien que libremente quiso embarcarse en la aventura de compartir toda su vida conmigo, entregándose a mí… (No sólo Dios, también otras personas que asistieron a nuestro matrimonio son testigos cualificados que pueden ayudarme a avivar ese recuerdo cuando mi mente se “oscurezca”…). Así evitaremos que las pequeñas dificultades se conviertan en un obstáculo insuperable: porque, cuando hay amor, diez mil roces no constituyen una ofensa, diez mil contrariedades no equivalen a un fracaso, diez mil pequeños descuidos no hacen un desprecio...ESTO ES POSIBLE... CUANDO HAY AMOR.... cuando no.... esa es otra historia.
Fernando del Castillo del Castillo
http://tertuliadeamigos.webcindario.com/
Hoy me han sorprendido gratamente con este mensaje , me gustó y aquí lo comparto...
"Los tres últimos deseos de Alejandro El Grande "
Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:
1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época.
2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...
3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.
Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.
Alejandro le explicó:
1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen ante la muerte, el poder de curar.
2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que venimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo.
Al morir nada material te llevas, aunque creo que las buenas acciones son una especie de cheques de viajero.
"EL TIEMPO" es el tesoro más valioso que tenemos porque ES limitado y por lo mismo hay que aprovecharlo cada día hasta el último minuto.
Podemos producir más dinero, pero no más tiempo, no lo desperdicies.
Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar, nuestro tiempo es nuestra vida.
EL MEJOR REGALO que le puedes dar a alguien (Familia ó Amigo) es tu tiempo.
Gracias a la insistencia de mi madre (Una Gran mujer por cierto!) he tenido la oportunidad de tener un re-encuentro conmigo misma, que por cierto ha sido maravilloso, y en ese re-encuentro he tenido la oportunidad de interesarme por un libro titulado "El camino del Amor" escrito por un sacerdote que lo llaman con cariño el Padre José de Jesús y hoy me atrevo a recomendarlo ampliamente desde mi humilde posición de un lector mas, recomendarlo y agradecerle lo ahí trasmitido por que cierto son cosas comunes y corrientes que todos sabemos pero es muy importante que nos las recuerden. Nos perdemos en los días tratando de dar y darnos a los demás en una carrera contra el reloj, una carrera para y por lo demás dejando atrás y en el fondo mas recóndito del baúl lo mas importante que se tiene, que es, uno mismo.
Hoy disfrutando la entrega de los premios Oscar vi a Penélope Cruz con la voz entrecortada y con la satisfacción a flor de piel pero si una expresión significativa que hable de su orgullo y emoción, pienso en lo duro y difícil que ha de ser vivir en ese mundo de apariencias, ciertamente debe ser muy satisfactoria también por todo lo que les retribuye en tantos sentidos pero es sano preguntarse, vale la pena? vale por lo que disfrutan reprimir un grito, gozo y lágrima de felicidad? quien sabe solo ellos que lo viven pero lo que si se con certeza es que su gran amiga Zalma Hayek seguramente tal vez desde la Riviera Francesa, ella si gritó, brinco y lloro por la felicidad de su gran amiga, creo yo haría lo mismo.... en Fin un mujer más triunfadora y que a través de un micrófono de ese extraño mundo del cine a compartido en nuestro maravilloso idioma el español a sus compatriotas la felecidad de llegar ahí para recibir el merecido premio que tanto le ha costado.
Si hoy es 14 de Feb y mucha gente festeja un día especial por llamarse el día del amor y la amistad, pero hoy al despertar solo quiero decir Gracias Dios por otro año mas de vida para mi Moy.
Felicidades mi amor, felicidades en ese dia donde festejamos tu llegada a esta familia y el inicio de esta tu linda vida. Como te lo dijo ya ahora lo quiero dejar escrito estoy muy orgullosa de ser tu madre por todo lo que eres pero sobre todo por tu gran corazón.
Gracias mi niño por esforzarte cada día por ser y sobre todo gracias por ser como eres.
te quiero , te quiero y te quiero como mas te lo puedo decir.
Que te diviertas mucho, aprovecha cada instante , que el tiempo pasa muy rápido, disfruta y saborea tu vida, lo pesado ahora me toca a mi tu se feliz!!! Te Quiero picu picu...
Hace algunos mese mencione aquí la grandeza y maravilla de tener la oportunidad de vivir mas de 100 años, esto al contemplar esta sonrisa... Teta una mujer que vivió eso y mas ahora ha sido llamada a la presencia del SEÑOR el mejor lugar lugar para estar ciertamente mas hoy si embargo a dejado un vació en su familia mas cercana y sobre todo el dolor de sentir la separación.
Que es la gratitud? un sentimiento que nos hace mejores personas, un sentimiento que nos lleva a crecer, un sentimiento que nos marca, un sentimiento que te hace percibir tu alrededor de una mejor manera.
Mi hija me a invitado a participar en su escuela dando una platica en su clase de vocación profesional para lo cual con sugerencia directa de ella me estoy preparando para hacerlo fluido, conciso, preciso y divertido. Y me acorde de este pequeño texto que adjunto que me fue enviado por un colega incomprendido que quiso compartir para que juntos luchemos por la justicia, je je es un chistesillo pero tiene mucho de verdad... Sobre todo en tiempo de declaraciones anuales...